(1 de marzo de 2024)
Nuestro investigador de crueldad rescató a Kesha después de recibir informes de un arnés incrustado. A pesar de su retirada, el daño fue grave y provocó laceraciones profundas en el pecho y una herida abierta grave en el cuello. Inmediatamente llevamos a Kesha a nuestro hospital, donde nuestro equipo veterinario limpió y vendó sus heridas. Ella permanecerá bajo nuestro cuidado hasta que esté completamente curada.
Los collares incrustados en perros son actos de crueldad. Sin el tratamiento adecuado, estas lesiones pueden provocar infecciones graves, sepsis o problemas respiratorios. Para evitar esto, proporcione un collar del tamaño adecuado y ajústelo a medida que el animal crece.
Si sospecha que un animal ha sido sometido a negligencia o crueldad animal, llámenos al 713-869-7722 o presente un informe en línea. AQUÍ.